lunes, 4 de agosto de 2014

¡Ya sólo faltan seiscientas treinta y cinco más!

Las mil grullas de origami (千羽鶴 Senbazuru)

"Cuenta la leyenda que aquel que consiga hacer mil grullas de papel logrará que se cumpla un deseo del corazón, como alcanzar la felicidad y gozar de una vida larga."

“Hoy también pedí por ti”

Hoy se completan las primeras trescientas sesenta y cinco de mil.




Una diaria, a excepción de las últimas siete que tuve que anticipar. Una diaria. Durante un año.



Espero poder completar el millar y que se conceda mi deseo del corazón.  Aunque sea en pequeños abonos de una grulla cada día.

Si algo puede uno aprender de esto es la constancia. Yo lo tomo desde el punto de vista espiritual.  Como una especie de oración diaria. Como un recordatorio menos efímero de mi deseo.



Sé que al principio lo consideré como algo que va del exterior –de una pequeña hoja de papel doblado- hacia el interior. Visto de esa manera, parece una tarea gigantesca lograr doblar mil pajaritas.  ¡¡Cerca de tres años de constancia!!



Pero poco a poco, se va cambiando la perspectiva…. de pronto los cuadrados de papel doblados retornan al exterior desde mi interior, con la promesa de que el deseo del corazón se cumplirá si se logra la meta. Es una pequeña acción diaria. Quizá insignificante, pero que día a día recuerda que estamos un poco más cerca de la meta…

Los espíritus débiles, como el mío, requieren de ese apoyo material que significa doblar una pajarita cada día. Para recordar que, la constancia es la base de cualquier logro.



Como mencionó alguien estimado…. ¡Ya sólo faltan seiscientas treinta y cinco más!